lunes, 27 de febrero de 2012

Electroabrazograma.

Hug-me pillow
Humana, la plantilla que toma tu deseo
cuando mi voz se pierde tras el roce
de aquellas insinuaciones de hielo
que congelan nuestras mentes
bien queridas por un beso
que nunca existió.

Severa, la mano que ahoga mi abrazo
atinado en tu vientre solaceo
cuando tu calor es ido
por una imagen
benévola.

Triste, la distancia que nos parte
tras la promesa de hallarnos
abrigados con el calor y
fuego de nuestra piel
que se atrae,
sin duda.

Insulsa, la risa que brota de tu
garganta atropellada dos, tres
veces en una misma plática
sin sabor ni dulzura,
esta dulzura que
deseo poseer
una noche.

Taciturna, la forma en que tus
brazos abren y cierran
como si una flor
solar fuera?

Presa, la palabra del corazón tuyo que
quiere ser exprimido hasta el
hastío eterno; hemorragia
de semillas candentes
y procreadoras;
tu vida.
                       
Inodora, tu piel de cera, plástica
y, tan efímera como ardiente que
lástima me da el desperdiciar
tu polvo de estrellas que
dejas al pasar, como
un fantasma blanco
de hospital.

Heme aquí, suerte cruel e inhumana.
¿estás viva o estás muerta?
Te estoy hablando, y tú
no contestas... dime
¿Por qué no lo
Haces jamás?

¿Por qué aturdes mi visión defectuosa?
¿Por qué aturdes mi ser?
¿Por qué aturdes mi
vida acaecida en
una vil y triste
catacumba
sola
y
a
b
a
n
d
o
n
a
d
a
¿

Escurre mi esperanza hasta tu sentir;
                                    la rechazas... acaso será... será
                                                                     que tu tampoco ti-ti-tienes
                                                                                               un corazón de sangre?

—No

Yo tampoco.
Ahora ya
no...

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