Hug-me pillow |
cuando
mi voz se pierde tras el roce
de
aquellas insinuaciones de hielo
que
congelan nuestras mentes
bien
queridas por un beso
que
nunca existió.
Severa,
la mano que ahoga mi abrazo
atinado
en tu vientre solaceo
cuando
tu calor es ido
por
una imagen
benévola.
Triste,
la distancia que nos parte
tras
la promesa de hallarnos
abrigados
con el calor y
fuego
de nuestra piel
que
se atrae,
sin
duda.
Insulsa,
la risa que brota de tu
garganta
atropellada dos, tres
veces
en una misma plática
sin
sabor ni dulzura,
esta
dulzura que
deseo
poseer
una
noche.
Taciturna,
la forma en que tus
brazos
abren y cierran
como
si una flor
solar
fuera?
Presa,
la palabra del corazón tuyo que
quiere
ser exprimido hasta el
hastío
eterno; hemorragia
de
semillas candentes
y
procreadoras;
tu
vida.
Inodora,
tu piel de cera, plástica
y,
tan efímera como ardiente que
lástima
me da el desperdiciar
tu
polvo de estrellas que
dejas
al pasar, como
un
fantasma blanco
de
hospital.
Heme
aquí, suerte cruel e inhumana.
¿estás
viva o estás muerta?
Te
estoy hablando, y tú
no
contestas... dime
¿Por
qué no lo
Haces
jamás?
¿Por
qué aturdes mi visión defectuosa?
¿Por
qué aturdes mi ser?
¿Por
qué aturdes mi
vida
acaecida en
una
vil y triste
catacumba
sola
y
a
b
a
n
d
o
n
a
d
a
¿
Escurre
mi esperanza hasta tu sentir;
la
rechazas... acaso será... será
que
tu tampoco ti-ti-tienes
un
corazón de sangre?
—No
Yo
tampoco.
Ahora ya
no...
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