jueves, 17 de noviembre de 2011

Tan sólo en la imaginación


Por: José Bermúdez Hindemburg. 
"En este momento, la Iglesia necesita un guía que tenga fuerza para traer grandes cambios al mundo. Que busque la conciliación con todos. Que tenga para todos, amor y capacidad de comprensión. 
Pido perdón al Señor por lo que estoy a punto de hacer. Y no sé si sabrá perdonarme. Pero tengo que hablar al Señor y a vosotros con sinceridad: Estos días he pensado mucho en vosotros y por desgracia he comprendido que no me veo capaz de desempeñar el cargo que me ha sido confiado. Me siento entre aquellos que no pueden conducir a la gente, sino que deben ser conducidos. En este momento tan sólo  puedo deciros que recéis por mí. El guía que vosotros necesitáis ahora no soy yo. Lo siento, pero no puedo ser yo." *

El 26 de agosto de 1978 se eligió al cardenal Albino Luciani como el 263er sucesor de Pedro en la tierra. Se hizo llamar Juan Pablo I. El papa de la sonrisa. Todavía no entronizaba en la cátedra de Pedro cuando ya había instaurado cambios, rechazaría la coronación y la tiara papal en la ceremonia. Esto iba en contra de la Constitución Apostólica proclamada por su predecesor. Los aires que su novísimo pontificado llevaban un gran dejo de reformas y cambios. Y a la Iglesia Católica Apostólica y Romana nunca le han gustado los cambios. Treinta y tres días después de la fumarola blanca sobre la capilla Sixtina, Juan Pablo I regresó a la casa del padre, terminando así el cuarto pontificado más breve de la historia. Desde entonces, se han levantado múltiples hipótesis en torno a su muerte. La santa sede, en un comunicado, afirmó que falleció de un infarto en su cama. Pero las palabras que había plantado como pequeñas semillas en el corazón de los fieles, probablemente, le comenzaban a cavar una tumba que ya no tardaba en ser estrenada. Una de sus más polémicas declaraciones fue la que hizo acerca de la homosexualidad y las uniones entre parejas del mismo sexo:

“Debemos encontrar el gran coraje dentro de nosotros, dejando de lado el prejuicio y el odio que ha sido implantado por nuestros antepasados cristianos, y debemos sostener esta clase de unión santa, en la confianza santificada ante Dios Todopoderoso siempre que esto exista entre cualquiera de los hijos de Dios: entre el hombre y la mujer, o blanco y negro, o cristiano y judío, o creyente e incrédulo, o alemán y ruso, o derecho y plebeyo, o virgen y divorciado, o hombre y hombre, o mujer y mujer, o hermafrodita y eunuco, o lo que sea.”

De lo anterior podemos destilar una sola premisa: La Iglesia Católica, en ese momento, no estaba lista para un cambio tan profundo que implicaba defender la propia razón incluso si íbamos en contra de nuestro padre, pareja, político, o Dios. Así lo dijo Juan Pablo I, el papa “Gay Friendly”.
Han pasado 33 años desde aquel pontificado que terminó en desgracia. Su sucesor, el Beato Juan Pablo II dejó de lado las ideas de Luciano y regresó a los aires del incienso consagrado. No por esto no propuso un gran cambio en el mundo del siglo XX, pero fuera de eso, el espíritu revolucionario de Albino terminó por consumirse igual que un pabilo olvidado. 
Año 2011 y la Iglesia sigue sin comprometerse a grandes cambios. O al menos, el filme “Habemus Papam” de Nanni Moretti (Francia, Italia 2011) es lo que nos trata de decir con su ¿y qué hubiera pasado si...? El filme es una retrospección a la semana que siguió a los funerales del Beato Juan Pablo II. ¿Qué hubiera ocurrido si Ratzinger, el predilecto para ocupar la silla de Pedro el Apóstol, hubiera sido ensombrecido por la elección de un cardenal ignoto para la mayoría de las personas? Y que este nuevo papa, al momento de dar la bendición Urbi et Orbe sufriera un ataque de pánico, ¿qué ocurriría?
A Moretti se le antojó plasmar en el celuloide un filme en el que el recién electo papa sufriera una crisis existencial que lo llevaría a huir de las murallas vaticanas (y quizá de un psicoanalista ateo) por tres días. En estos tres días se fijaría como meta recordar. Recordar aquello que quiso ser y por alguna razón no pudo. Encontrar una razón, un gancho del que quisiera pender el resto de su vida. Después ya regresaría con una mente más clara, aireada y fresca.
No es un filme en el que predominen los sarcasmos, ironías e imágenes caricaturizadas de la curia romana, es en cierto modo, vista desde un punto neutro que da una especial cabida a la percepción propia del cine espectador. Sin duda, una película que vale la pena ir a ver a los cines, y justo saliendo de la sala, ponernos a meditar sobre el mensaje.

Y sí, como dice la esperanzadora canción de Mercedes Sosa, incluida en el film:
                                                                                                                    
“Cambia, todo cambia.”


Trailer y Ficha Técnica


Título original: “Habemus Papam”
Director: Nanni Moretti
Actores: Nanni Moretti, Michel Piccoli, Jerzy Stuhr, Renato Scarpa, Margherita Buy
Guionistas: Nanni Moretti, Francesco Piccolo, Federica Pontremoli
Año: 2011
Duración: 102 min
País de producción: Francia / Italia
Web oficial: http://www.habemuspapam.it


*Diálogo de la película. 

1 comentario:

  1. Jose te felicito, muy interesante tus comentarios.
    saludos

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