domingo, 11 de julio de 2010

Insanidad

Queridos lectores, de camino al ciber-café de donde escribo esta nota me topé con una situación que me hizo enfadarme demasiado con aquella sociedad que se declara mentalmente sana cuando lo es mas aquel solitario esquizofrenico.

Ingresé en una calle delimitada por dos muros, uno de tabique y otro de concreto, un desconcierto y ternura inmediata se apoderaron de mi al observar a un par de mininos de aproximadamente tres semanas de color negro con la nariz rosada y de blanca pechera compartir algún alimento callejero con un perro adulto que en lo personal daba miedo.

No dudé en "hablarles" pero parecieron ireactivos ante mi llamado, en fin, seguí caminando hasta que escuche un duro golpe, una roca contra el piso de concreto provocó un gran estruendo. El perro se alejó del lugar al instante no dejando ver ni la cola y en la esquina contigua vi a los ya mencionados.

Pensando inocentemente creí que la intención de aquellos humanoides era la de defender a aquellos pequeños gatitos del imponente perro de largas patas, dientes y trompa, color negro con amarillo y blancas patas ensuciadas con lodo pero así no era, la lluvia de rocas continuaba y si odio algo es que traten mal a alguna de estas magnificas obras de arte de Dios o a alguna otra, no sabía que hacer...el SA me detenía, sujetaba mis pies con dos cadenas empotradas al suelo, pero no podía permitir aquella situación.

Lleno de cólera, asco y desprecio por estas personas me dirigí a paso decidido al lugar de los hechos dispuesto a darles el dinero que llevaba en los bolsillos para que dejaran en paz a los gatos (y me los llevara a vivir conmigo, claro) pero corrieron, tal y como el cobarde perro lo hizo ante la mínima señal de peligro.

Esta vez los mininos acudieron a la mano que se extendía frente a ellos; los acaricié. No sabía que hacer, maldito SA que me volvía a detener, tenía que encontrar a los dueños de estos bichos, tenía que hablar con extraños pero tal cosa no fue necesaria porque a lo lejos se escucho el rechinar de la visagras de una puerta de madera y los felinitos corrieron a esta y entraron en su morada.

En fin, ya estando en el tema de los animales, encontré un articulo en el blog de un Psicólogo Militar de EUA cuyo hijo es autista, un articulo sobre la terapia asistida con animales.

"Para aquellos de nosotros que hemos tenido mascotas en nuestra vida, no es de extrañeza encontrarse con la sorpresa de que las interacciones con animales pueden traer beneficios terapeuticos. una graduada de New Mexico Highlands University llamada Jennifer Barol lideró un proceso de investigación para estudiar los beneficios y el impacto de las terapias asistidas con animales en los niños con autismo en su uso como herramienta de tratamiento. 

El estudio, titulado "Los efectos de la terapia asistida por animales en un niño con autismo" duró 15 semanas entre julio y noviembre de 2006. Se orientó hacia el objetivo de descubrir si hay o no pruebas de que las terapias basadas en animales de asistencia sería capaz de mejorar las habilidades sociales en niños autistas.

Los resultados fueron intesesantes. Por ejemplo, antes de someterse a la terapia con animales un niño de ocho años llamado Zachary experimentó una dramática lucha con la habilidad comunicativa con un perro de ganado de cinco años de edad llamado Henry.  Zachary era propenso a hacer berrinches, se tapaba los oídos y los ojos cuando se sentia frustrado por su falta de capacidad para ser entendido.
La participación en nuevas actividades era estresante para él. No podía entender cómo jugar con otros y nunca había pronunciado una frase completa.

Sin embargo, una vez que Zacarías se reunió con Henry  él pasó por una transformación virtual. Su nivel de confianza en sí mismo fue mucho mayor y está dispuesto a experimentar nuevas actividades con una curiosidad evidente. Por otra parte, Zachary es más capaz de comprender lo que ocurre a su alrededor, incluidas las necesidades de los demás.

En el caso de Zacarías, un nuevo mundo de experiencias y el entendimiento se abrió por la terapia asistida por animales. Cuando los niños autistas juegan con los animales, las tendencias violentas que normalmente tienen tienden a desaparecer paulatinamente Ellos toman muy características maternas, teniendo especial cuidado de los animales, incluida la alimentación, la limpieza después de ellos, e interactuar con ellos.

La presión arterial de los niños por lo tanto, suele reducirse cuando los autistas experimentan  un tratamiento de animales. Por otra parte, los síntomas como el insomnio y dolor de cabeza se pueden aliviar con este tratamiento.

La compañía de los animales puede ayudar a reducir cualquier sentimientos de soledad en los niños autistas, la promoción de una base de desarrollo de la personalidad sana dentro de ellos, incluyendo los rasgos de personalidad como ser respetuoso y de confianza, lo que contribuye a ser comprometido, seguro de sí mismo, y responsable. Los niños autistas pueden entonces aprender habilidades para tomar decisiones, habilidades para resolver problemas, y tanto el lenguaje y las habilidades sociales a través de interacciones con los animales.

Este tipo de terapia puede ser beneficioso en general, así como en los tiempos de la adquisición de capacidades, como la pubertad - cuando su hijo quiere ir a través de muchos cambios y muchas preguntas y tener más necesidad del alivio de tensión. "

Articulo original:

2 comentarios:

  1. a mi también me carga cuando las personas atentan contra los animales, además poseo mayor afinidad con ellos que con las personas. Entiendo tu malestar e impotencia y es verdad, las personas pertenecientes al espectro autista nos llevamos bastante bien con los animales. Saludos cordiales!!

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  2. hola, yo no entiendo tampoco lo que las personas son capaces de hacer a los animales para mi, la manera en que tratamos a los animales es también una señal de lo enferma que está la sociedad.

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