jueves, 20 de mayo de 2010

Señor loquero...

Consultarlo con la almohada
ya no puedo más.
Usted una mano armada
que me dispara sin mas.

Así lo vi yo
Paciente frente a loquero
que una tarde de mayo
atribuyo a un recuerdo mero
aquella espina clavada.
Invisible pero esmerada.

Y auque te rascas y te hieres
tratando de quitar la espina
Diario más y más te quieres,
Diario más y más te espinas.

Así señor loquero
hoy yo vengo a dimitir
de sus servicios de pionero
en la salud mental sin fin.

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