Hoy, a cinco años y dos meses de aquella experiencia, tengo un diplomado de especialización en control de infecciones y epidemiología. Y no sólo eso: también doy clases en la misma escuela que me formó...
Estoy a pocas semanas de que el semestre concluya. La experiencia por la que he atravesado me ha hecho suspirar, reír, llorar y sentir anhelo por el día siguiente... por la clase siguiente. Educar a otros jóvenes en el momento más difícil de su vida es difícil. Quizá es lo más difícil que he hecho hasta ahora. La educación de adolescentes supone adaptarse a los cambios madurativos que tienen lugar en sus cerebros, y que se comportan como una verdadera tormenta de arena... Al iniciar el semestre pensé que no sería tan complicado realizar esta tarea. ¡Cuán equivocado estaba! Mi nuevo trabajo me hizo ver que tenía lagunas en cuanto a los fundamentos de mi profesión. Mismos que debían ser llenados con teoría y práctica nuevas. Y de esta manera poder llevar los contenidos a mis alumnos como yo deseé, durante mi formación, que me los hubieran dado.
Valoro de gran manera los acontecimientos que he experimentado, pues he aprendido de los alumnos, de mis colegas y de las situaciones en conflicto. Es posible que decida enseñar. Es posible... Todo es posible en este momento. Ahora quiero finalizar con este párrafo de la banda FUN, la cual describe de manera asombrosa el año que acaba de terminar, y el inicio de este nuevo 2015.
Salud y prosperidad.
"We are shining stars
We are invincible
We are who we are
On our darkest day
When we’re miles away
Sun will come
We will find our way home"